De acuerdo a mi investigación, el eje articulador de la reconstitución del conocimiento es la unidad de La Verdad, que se ve garantizada por la unidad de Dios.
El conocimiento verdadero era todo, en cierto sentido, un conocimiento de Dios; la Verdad era una, estando garantizada su unidad por la unidad de Dios. La razón y la revelación no estaban en conflicto sino que eran suplementarias. Los atributos de Dios estaban grabados en la Palabra escrita pero se reflejaban también directamente en la naturaleza de la naturaleza.
Me refiero a que, para Newton, los antiguos poseían el conocimiento perfecto, prisca sapientia, sobre la naturaleza, pero además, conocían de qué manera actúa Dios sobre la creación, prisca theologia, y tenían el conocimiento de la moral perfecta; encontrándose estos elementos articulados en la revelación divina. Es decir, es La Verdad que se presenta como única, ya que se refiere, precisamente, a la unidad de Dios. McGuire y Rattansi mencionan la unidad de La Verdad en la antigüedad, desde los llamados “escolios clásicos” de Newton, gracias a que es revelada por Dios como “una totalidad interconectada que comprendía el conocimiento natural, moral y divino.” Pero queda preguntarse, de qué manera justifica Newton que los antiguos poseían el conocimiento perfecto sobre la naturaleza; más aún, qué incidencia tiene esto sobre la construcción del conocimiento de la Verdad única, que se refiere a la manera en que Dios actúa sobre la creación. Para lograr esto, de acuerdo a mi interpretación, Newton recurre a dos tipos de fuentes diferentes que, sin embargo, se complementan: las Sagradas Escrituras y el estudio sobre la naturaleza. Es decir, se refiere Newton a dos maneras de llegar a la Verdad: la revelación y la investigación natural. “Así pues, la primera religión era la más racional de todas las otras hasta que las naciones la corrompieron. Pues no hay modo (sin la revelación) de llegar al conocimiento de una Deidad sino por la constitución de la naturaleza.”
De la afirmación newtoniana de un conocimiento perfecto sobre la naturaleza, que fue revelado por Dios y que se encuentra expuesto en diversos lugares (las Sagradas Escrituras y los templos antiguos), se sigue una pregunta fundamental para la comprensión de la investigación de la verdad newtoniana como reconstitución de la prisca sapientia, y que se encuentra relacionada con las preguntas formuladas más arriba acerca de la legitimidad del conocimiento que poseían los antiguos: habiéndole revelado Dios al hombre la verdad sobre todo lo existente en el mundo, ¿Por qué es necesario realizar una investigación en la naturaleza para encontrar La Verdad que ya poseíamos? De esta pregunta se rescatan dos elementos fundamentales para Newton. En primer lugar, la idea de que la religión primitiva, la que contenía La Verdad sobre el mundo y sobre la actuación del Creador en él, fue revelada por Dios mismo y que en ella estaban además de la Verdad teológica y la forma correcta de adorar a Dios (prisca theologia), la Verdad sobre la naturaleza (prisca sapientia) y la moral perfecta. Es decir, era un conocimiento perfecto sobre todo lo existente en el mundo y sobre la manera en que deberíamos comportarnos respecto ello. En un segundo momento de la pregunta, se afirma que por unas razones determinadas, este conocimiento se perdió, pues para Newton es necesario realizar una investigación sobre la naturaleza para poder reconstituirlo. Por lo demás, es necesario anticipar que, según Newton, sobre el conocimiento perfecto revelado por Dios fue enseñado otro que era falso, lo que tergiversó el contenido perfecto de la religión primitiva, dando paso a un conocimiento errado sobre el mundo.
De manera que para Newton es necesario establecer lo que Cohen llamaría revolución en el sentido etimológico del término: un regreso al conocimiento que poseían los antiguos. Pero a diferencia de lo que plantea Cohen que es un retorno al conocimiento de éstos, bordeando a los medievales, lo que Newton afirma en sus manuscritos sobre cronología de los reinos antiguos, historia de la religión y teología, es un retorno al conocimiento que poseían en la antigüedad, dejando de lado incluso a muchos de los filósofos antiguos, que serían herederos de un conocimiento corrupto y lo expondrían de esa misma manera; pero lo más sugestivo, según mi interpretación, y que es algo que por lo demás Cohen no menciona, es que Newton recurre a la autoridad de personajes no considerados clásicamente como filósofos, ya que el conocimiento Verdadero sobre todo lo existente lo poseían desde el comienzo Adán, su descendencia y Noé, pues fue a ellos a quienes Dios se los reveló, siendo incluso anteriores a la filosofía clásica. De donde se sigue la importancia de la distinción en las fuentes que utiliza Newton para investigar la prisca sapientia: no sólo tenían el conocimiento perfecto sobre la naturaleza quienes habían realizado algún estudio sobre ella, sino que incluso los primeros moradores de la Tierra (Adán al comienzo y Noé luego del diluvio), poseían el conocimiento perfecto de la estructura de la naturaleza del mundo, porque Dios se los había revelado en la revelación de la religión primitiva.
En su texto intitulado “A short schem of the truth religión”, nos dice Newton que ésta, la religión primitiva, consiste en nuestra deuda hacia Dios y hacia el prójimo, y que el cumplimiento de nuestros deberes hacia ellos sólo se logra por medio de la piedad y la rectitud, las cuales corresponden la primera a Dios y la segunda al prójimo. La piedad (Godliness) es el conocimiento, amor y adoración a Dios.
La piedad consiste en el conocimiento, amor y adoración de Dios. La humanidad en el amor, rectitud y buenos oficios hacia el hombre (…) La primera encuentra uso en los cuatro primeros mandamientos del decálogo (,) la segunda en los seis últimos.
* Continúa de la séptima edición.
8. Orozco E., Sergio H. Modelos interpretativos del corpus newtoniano. En Estudios de Filosofía, Universidad de Antioquia, Nº35, 2008, p. 238.
9. McGuire, James E. y Rattansi, Piyo M. “Newton y las flautas de Pan”. En Estudios de Filosofía, Universidad de Antioquia, No. 35, 2008, p. 183.
10. Yahuda, Ms. 16.2, f. 74.
11. En “Newton y las 'Flautas de Pan'”, McGuire y Rattansi exponen que, según Newton, el conocimiento de la antigüedad se encuentra vedado para los ojos del vulgo, ya que sólo quienes posean el método adecuado de análisis pueden reconstituir ese conocimiento perfecto. Cf. McGuire, James E. y Rattansi, Piyo M. “Newton y las “flautas de Pan”. En Estudios de Filosofía, Universidad de Antioquia, No. 35, 2008, pp. 149-187. Sergio H. Orozco E. propone, además, que sólo es posible dar cuenta de cómo ese conocimiento era en realidad perfecto, en la articulación de diversas disciplinas como la cronología de los reinos antiguos, la historia de la religión y la teología, por parte de Newton. Orozco E., Sergio H. Isaac Newton y la reconstitución del palimpsesto divino. Medellín: Universidad de Antioquia, 2009, pp. 67-82.
12. La referencia es a la distinción entre La Verdad revelada y La Verdad lograda por la investigación sobre el mundo. Desde esta perspectiva, se hace aún más evidente la unidad de la Verdad.
13. Cf. Newton, Isaac. The original of religions. Yahuda Ms. 41, f. 3r-7r.
14. Newton, Isaac. A short schem of the true religion. Keynes Ms. 7, f. 1r.
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